Cocinar con agua mineral natural

Sabías que, a la hora de cocinar, es tan importante la calidad de los alimentos como la del agua con la que se cocina? La elección entre agua del grifo o agua mineral puede marcar la diferencia en el sabor de tus platos.

Las aguas de consumo o “del grifo” varían en composición según la zona de abastecimiento, lo que hace que se vean modificadas algunas de sus cualidades organolépticas (sabor) de unas zonas a otras.

Dependiendo de la zona peninsular en la que nos encontremos, el agua tendrá una composición mineral diferente, y por ello, resultará más o menos atractiva para el paladar. De este modo, el agua proveniente de las zonas de sierra del norte, Gredos y Guadarrama son muy agradables, ya que la composición principal del suelo es granítica mientras que, en zonas calizas como las costeras, del Levante y Canarias, el agua tiene una mayor dureza por su contenido en carbonato cálcico.

Cabe destacar, que independientemente del origen geológico, el agua de nuestros grifos cumple los criterios fisicoquímicos, sanitarios y organolépticos definidos por la legislación vigente y controlados de forma constante por las autoridades responsables, que aseguran su potabilidad y aptitud para el consumo humano.

Si tienes curiosidad y quieres conocer la calidad del agua de consumo de tu ciudad puedes hacerlo a través del acceso ciudadano del Sistema de Información Nacional de Agua de Consumo (SINAC) perteneciente al Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad.
Como ves, tener en cuenta el origen del agua con el que vas a cocinar es importante, ya sea como parte de los ingredientes o como medio de cocción.
De hecho, el sabor, es uno de los motivos por el cual, las industrias alimentarias en las que el agua es un ingrediente principal, como, por ejemplo, las de bebidas refrescantes, tratan el agua potable, previo paso a la cadena de producción. Esto se hace con la finalidad de que los productos se elaboren de forma homogénea, cumpliendo con los estándares de calidad establecidos.
Por ello, si esta influye en la elaboración de los productos fabricados en las industrias, también lo puede hacer en casa.
Además, aparte de intervenir en el sabor, la composición mineral de los distintos tipos de agua corriente, puede deteriorar la calidad de algunos alimentos, como por ejemplo las verduras.
Por otro lado, no es de extrañar que en la cocción de alimentos que absorben gran cantidad de agua como el arroz, la pasta y otros cereales, la calidad de ésta sea de vital importancia para el resultado final. De tal forma que un cocido, una sopa o un buen arroz caldoso no te sepa igual en un sitio o en otro.
En este sentido, el agua mineral natural, como la de mineralización muy débil es ideal para mantener las propiedades y el sabor original de los alimentos a la hora de cocinar ya que, al ser obtenida de manantiales naturales, es un agua segura a nivel sanitario y con una composición constante que conserva intactas todas sus propiedades.
Tras esto, ya solo te queda hacer la prueba y comprobar cómo cambia el sabor de tus recetas al cocinarlas con agua mineral natural. ¡Que aproveche!